Los Antílopez tienen en sus filas a dos músicos curtidos, veteranos, de los de antes. José Félix López García y Miguel Ángel Marqués Cáceres, dos onubenses -o para los que estudiaron con la LOGSE, dos tíos de Huelva-, que hacen un estilo único, especial. Mirad si el estilo es especial, que no han permitido ser catalogados en ninguno de los existentes. Ellos hacen según afirman, «chiripop absurdo depresivo con catarsis tragicómica». Algunos podéis opinar que en Huelva venden de la mala o que el ibuprofeno a la larga es malo; sin embargo es cierto que al escucharlos notamos que su sonido tiene particularidades únicas.
Bajando al terreno de lo común y con palabras que todos podemos entender, si echamos una oída rápida al perfil de Spotify de Antílopez vamos a darnos de bruces con la mezcla más extraña y diversa de canciones acústicas con dos voces, dos guitarras y apariencia flamenca; vamos a encontrar también temas del estilo de «Prefiero», con un toque mucho más pop; y nos vamos a topar con otras canciones absolutamente inclasificables. Bueno sí, serán chiripop, jeje.
Antílopez es la muestra de la apuesta por lo diferente. Muchas veces es fácil subirse al carro de una industria que ya está situada y tiene un público. Si haces canciones como las de Alex Ubago, tu publico potencial será el fan medio de Alex Ubago (por ejemplo). Lo mismo pasará si compones como Fito, como Leiva, como Marea o como Justin Bieber. Sin embargo los Antílopez han tenido el valor de lanzarse a la piscina de un género ambiguo y ambicioso, sin tanto mercado copado pero con poco público aparentemente. Y míralos, ahí están, dando vueltas con su chiripop por medio mundo, algo tendrán.
Os recomendamos encarecidamente daros una vuelta por su perfil de Spotify, para empaparos de su estilo nuevo, diferente y fresco. En Treinta al rojo estamos hasta planteándonos grabar una canción de chiripop: ¡es una amenaza!